Para empezar estudie la Licenciatura en Contaduría en la Universidad Cristóbal Colon en el puerto de Veracruz, en el último año de estudios empecé a trabajar en un despacho y una vez que termine mis estudios me pase al ámbito empresarial.
Trabaje en varias empresas y por último entre a un corporativo de la Coca Cola, mientras trabajaba en este lugar me invitaron a entrar a trabajar como maestro en un bachillerato, aquí empezó la semillita a crecer, mi inquietud por enseñar a los jóvenes en esta etapa donde todavía se podía hacer algo por sus valores. Lo que pasa es que en mi experiencia profesional, me di cuenta, que muchas cosas eran contrarias a la ética profesional de alguien que quiere crecer sin recurrir a trampas o cosas similares.
Otra de las cosas que me motivo a tomar esta decisión fue el hecho de tener un hijo de casi 4 años y no poder disfrutarlo como yo quería, casi no lo veía, en cambio el trabajo docente, con perdón de todos no es tan exigente como una empresa (opinión muy personal).
También recuerdo que en la época universitaria me gustaba explicarles a mis compañeros, así que el gusto por enseñar ya lo tenía.
Por lo anterior acepte entrar como maestro en agosto de 1998, lo cual me orillo a renunciar al trabajo que tenia. Por eso manifiesto que yo entre a esta profesión por que me gustaba y no por necesidad.
Pienso en la importancia de esta profesión, sobre todo en el nivel medio superior, nosotros somos el antecedente que permitirá al joven el tomar una sabia decisión acerca de sus estudios universitarios. La importancia de esta época es grande, porque los alumnos van a tomar decisiones que les afectaran toda su vida, se imaginan el trabajar en algo que no les guste. Además siento que tenemos una gran responsabilidad porque somos los últimos en formar su carácter y valores, los jóvenes universitarios ya están formados, ya tienen su propia manera de pensar, sentir y actuar. En cambio los chicos de bachillerato todavía pueden ser moldeados. Se que muchos no pensaran como yo, pero en la vida real esto es así, y me atrevo a afirmarlo porque todos ya lo vivimos, ya fuimos universitarios y en la universidad no te forman, te capacitan.
Para mi el ser docente en este nivel es muy satisfactorio porque el observar en los ojos de los jóvenes que han aprendido algo nuevo y que lo entienden, el que te busquen para pedir consejo, que se peleen para que seas su asesor o tutor y que en ocasiones que no les fui asignado me pidan que sea su padrino de generación, para mi es muy gratificante. Y después de que se van que regresen para saludarte, para darte las gracias, para comentarte que ya tienen una carrera y que están trabajando o que simplemente en la calle se acerquen y me digan padrino y me cuenten lo que están viviendo y como les ha ido, significa para mi que logre tocar su alma.
Lo único que encuentro de insatisfacción es el hecho de que existen muchas suspensiones de clases, en ocasiones son oficiales como las vacaciones de semana santa o de navidad. En otras son por suspensiones por el clima, por fiestas de la localidad como el carnaval, etc. Me gustaría tener más tiempo para profundizar en muchos contenidos que por la limitante de tiempo no se puede o porque no están en el plan de estudios. Otro aspecto que no me gusta del medio es el hecho de que aquí se consiguen horas o claves no por capacidades y aptitudes, en muchos casos es por aspectos sindicalistas que no tiene caso mencionarlos.
Hacer esta reflexionar me ha permitido juzgar estos 10 años de trabajo en esta área que no corresponde a mi carrera original, y puedo decir “NO ME ARREPIENTO”.
Saludos.
Trabaje en varias empresas y por último entre a un corporativo de la Coca Cola, mientras trabajaba en este lugar me invitaron a entrar a trabajar como maestro en un bachillerato, aquí empezó la semillita a crecer, mi inquietud por enseñar a los jóvenes en esta etapa donde todavía se podía hacer algo por sus valores. Lo que pasa es que en mi experiencia profesional, me di cuenta, que muchas cosas eran contrarias a la ética profesional de alguien que quiere crecer sin recurrir a trampas o cosas similares.
Otra de las cosas que me motivo a tomar esta decisión fue el hecho de tener un hijo de casi 4 años y no poder disfrutarlo como yo quería, casi no lo veía, en cambio el trabajo docente, con perdón de todos no es tan exigente como una empresa (opinión muy personal).
También recuerdo que en la época universitaria me gustaba explicarles a mis compañeros, así que el gusto por enseñar ya lo tenía.
Por lo anterior acepte entrar como maestro en agosto de 1998, lo cual me orillo a renunciar al trabajo que tenia. Por eso manifiesto que yo entre a esta profesión por que me gustaba y no por necesidad.
Pienso en la importancia de esta profesión, sobre todo en el nivel medio superior, nosotros somos el antecedente que permitirá al joven el tomar una sabia decisión acerca de sus estudios universitarios. La importancia de esta época es grande, porque los alumnos van a tomar decisiones que les afectaran toda su vida, se imaginan el trabajar en algo que no les guste. Además siento que tenemos una gran responsabilidad porque somos los últimos en formar su carácter y valores, los jóvenes universitarios ya están formados, ya tienen su propia manera de pensar, sentir y actuar. En cambio los chicos de bachillerato todavía pueden ser moldeados. Se que muchos no pensaran como yo, pero en la vida real esto es así, y me atrevo a afirmarlo porque todos ya lo vivimos, ya fuimos universitarios y en la universidad no te forman, te capacitan.
Para mi el ser docente en este nivel es muy satisfactorio porque el observar en los ojos de los jóvenes que han aprendido algo nuevo y que lo entienden, el que te busquen para pedir consejo, que se peleen para que seas su asesor o tutor y que en ocasiones que no les fui asignado me pidan que sea su padrino de generación, para mi es muy gratificante. Y después de que se van que regresen para saludarte, para darte las gracias, para comentarte que ya tienen una carrera y que están trabajando o que simplemente en la calle se acerquen y me digan padrino y me cuenten lo que están viviendo y como les ha ido, significa para mi que logre tocar su alma.
Lo único que encuentro de insatisfacción es el hecho de que existen muchas suspensiones de clases, en ocasiones son oficiales como las vacaciones de semana santa o de navidad. En otras son por suspensiones por el clima, por fiestas de la localidad como el carnaval, etc. Me gustaría tener más tiempo para profundizar en muchos contenidos que por la limitante de tiempo no se puede o porque no están en el plan de estudios. Otro aspecto que no me gusta del medio es el hecho de que aquí se consiguen horas o claves no por capacidades y aptitudes, en muchos casos es por aspectos sindicalistas que no tiene caso mencionarlos.
Hacer esta reflexionar me ha permitido juzgar estos 10 años de trabajo en esta área que no corresponde a mi carrera original, y puedo decir “NO ME ARREPIENTO”.
Saludos.
¡Bienvenido!
ResponderEliminarQué admiración por los años de trabajo; porque ello significa mucha experiencia, no importa que hayas estudiado otra carrera diferente a la docencia; porque mientras seas humanista y altruista en la enseñanza, eso te hace ser mejor.